Lactancia Materna
Desde evitar la obesidad infantil hasta tener un planeta más saludable. Amamantar entrega mucho más que nutrición a los niños y niñas.
La llamada Teoría de los 1.000 días considera que desde la concepción hasta los dos años de vida es una etapa en la que los niños comienzan a desarrollar sus conductas y la forma en la que se relacionarán con los demás. De ahí la importancia de que desde el principio sean nutridos con leche materna porque ésta permite que el bebé crezca de manera apropiada. La fórmula “tiene muchas más proteínas que la lactancia materna que es un nutriente muy importante para el crecimiento; pero, al tener más proteínas también genera un crecimiento acelerado del niño, lo que no es beneficioso si queremos proteger que este niño no tenga a futuro sobrepeso u obesidad”, explica la Nutricionista y Asesora Técnica del Programa Infantil del CESFAM Barros Luco Daniela Inostroza Ruíz, quien agrega que “una leche de tarro tiene una alta densidad energética; o sea, tiene más calorías que la lactancia materna que van en desmedro de una alimentación saludable”. Además, el lactante logra una autorregulación de demanda y no toma todo el volumen ofrecido.
A lo antes expuesto se suma el que con la lactancia materna “evitamos el tema de los tarros que no tienen ningún tipo de reciclaje… son muy caros y cada vez tenemos más alergias alimentarias donde se necesitan fórmulas específicas que tienen un costo económico y ambiental”, asegura la Nutricionista.
