Fiesta de Santa Lucía
El evento se vivió como la importancia de estrechar aún más los vínculos entre Suecia y Chile y como luz en una oscuridad que no es solamente falta de brillo solar.
La participación del Coro Chileno Sueco y del Grupo Folclórico Chileno Cuncumén ya era un simbolismo de lo que es la Fiesta de Santa Lucía, celebrada en “La Cava” de la Corporación Municipal de San Miguel. En ambas presentaciones fueron interpretados villancicos de culturas diferentes pero que mantienen una unión de larga data.
Claudio Núñez Molina, integrante del Conjunto Cuncumén, da significancia al cómo en ambas naciones se cultivan las costumbres que abuelos y padres van trasmitiendo a los niños y jóvenes. “Nosotros creemos que la cultura es una llave de integración y las expresiones culturales en sus diversas formas dan la posibilidad de reconocernos como seres humanos que merecemos vivir en paz y de manera digna, respetarnos y construir Comunidad”, aseguró Núñez.
En la ceremonia, la joven que representa a Lucía realiza una procesión hasta el escenario ataviada con una túnica blanca y con una cinta roja en la cintura. En su discurso, el Alcalde de San Miguel, Luis Sanhueza Bravo, se adelantó a la escena otorgándole un especial valor. “Sobre sus cabellos, velas encendidas iluminarán esta tarde que considero una manera sobria, austera y muy significativa de intercambio cultural con nuestros amigos suecos residentes en Chile”, aseguró el Edil.
Santa Lucía es la portadora de luz. Por eso, Karin Henriksson, Encargada de Cultura de la Embajada de Suecia en Chile explicó por qué esta tradición es la más importante para los suecos. Relató que en su país “en esta época estamos obligados a adaptarnos al frío, la nieve y la oscuridad, por eso Santa Lucía tiene una connotación muy especial porque ilumina este día en la época más oscura del año y con ello renueva nuestras esperanzas y energías”.
La oscuridad de la luz y también la del alma fue lo que destacó Anna-Karin Gauding, Presidenta del Instituto Chileno Sueco de Cultura relatando parte de la historia de Lucía, una joven Italiana que descartó el contraer matrimonio para dedicarse a Dios y a los pobres. Eso le valió padecer brutalidades y hasta su decapitación. Considera Gauding que “más que nada necesitamos en este tiempo iluminar todos los rincones, todos los espacios de oscuridad que tenemos alrededor; oscuridad de todo tipo, de envidia, de corrupción, de avaricia. Todos sabemos donde anida la oscuridad y que sólo puede desaparecer con la luz”.
Carolina Vera Hernández
Encargada de Comunicaciones
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