Escuela Hugo Morales Bizama
Ocupados de todos los establecimientos educacionales, en la Corporación Municipal de San Miguel se trabaja para que las imputadas no se queden sin aprender aunque se esté en plena crisis sanitaria.
De las 700 internas del Centro Penitenciario Femenino Mayor Marisol Estay Olivares, 180 estaban matriculadas en marzo para estudiar en la Escuela Hugo Morales Bizama ubicada adentro de la cárcel.
Pese a la pandemia, ahora las estudiantes podrán retomar sus clases dado que sus Profesores acordaron “reestructurar las guías de aprendizaje para entregar un material lúdico. Esto es en todas las asignaturas”, relata el Director de la Escuela Cárcel, Eugenio Rebolledo Jerez.
Se trata de que en asignaturas como Historia, por ejemplo, el aprendizaje será mediante crucigramas y sopas de letras. Los ejercicios matemáticos los verán a través de preguntas de ingenio relacionadas a la geometría. Muy importante, también, es el desarrollo de la comprensión lectora que será trabajada, entre otras modalidades, mediante entrevistas imaginarias.
Coordinadoras del Programa de Integración Escolar están apoyando el esfuerzo a modo que ninguna reclusa que quiera continuar aprendiendo quede fuera de este sistema especial de educación programado por la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.
Además, “en el área de la sicología nemotécnica, será realizado un trabajo cognitivo que tiene relación con memorización de imágenes y palabras…un trabajo cognitivo lúdico para el desarrollo de las capacidades reflexivas, de conocimiento y aprendizaje…”, asegura el Director Rebolledo Jerez.
Las imputadas recibirán, también, productos de aseo e higiene como mascarillas, cloro y jabón líquido.
Desde la institución de Gendarmería se hará llegar el material educativo a cada uno de los módulos correspondientes.